Ángel Pacheco Alvarado
Este erudito compositor, músico y trovador nace en el barrio Cedro de Peñuelas en el año 1879, precisamente en tiempos de la gobernación española. Fue desde muy joven un apasionado de la lectura, y aunque no tuvo una formación escolar muy extensa, su capacidad y deseo de aprender lo llevaron a ser uno de los mejores improvisadores de su época. Pacheco Alvarado se casa con doña Antonia Delgado Jácome .Trabaja en La Central San Francisco del pueblo de Guayanilla y Vive muchos años en el barrio Bélgica de Ponce. Los trovadores, Luis Morales, Ramito y Joaquín Mouliert lo clasificaron como uno de los mejores cantores de la música típica puertorriqueña. El trovador Germán Rosario Rivera lo menciona en uno de sus aguinaldos:
¿Quién me cantará
un seis del dorado
de Ángel P. Alvarado,
si es que vivo está?
Ángel Pacheco Alvarado dominaba grandemente el género de la décima, con toda su métrica y sus atinadas consonantes. Le fascinaba escribir sobre temas mitológicos, históricos, religiosos e incluso filosóficos. Su capacidad para definir y estructurar un concepto era genial. La siguiente décima es una muestra de su ingenio:
Mi décima aunque no tiene
elegancia literaria
es poesía legendaria
que de siglos atrás viene.
A veces quizás no suene
como vibrante campana,
pero es de raíz hispana
y lleva en sus expresiones
culturales conexiones
con la lengua castellana.
Este trovador de la vieja guardia perteneció a lo que se conocía como Mesa Redonda. Esta era una actividad que se realizaba los fines de semana en el pueblo de Fajardo y consistía en una reunión alrededor de una mesa de maestros trovadores. Aquí se escogía un tema o "pie forzao" y todos improvisaban siguiendo la ruta del tema seleccionado. Al final de la controversia se elegía a un ganador. La última Mesa Redonda se llevó a cabo en la casa del trovador fajardeño Joaquín Mouliert en el año 1962. De Pacheco Alvarado nos quedan dos libros que son un clásico: El Aguinaldo y Al Son Del Tiple Doliente. Escribió además un sainete (pieza dramática jocosa) titulado El Negrito Celedonio. En 1963 se publica un tomo de décimas titulado El Tiple Puertorriqueño en el que agrupa lo que él mismo denomina "rústica espinela". Ángel Pacheco Alvarado muere en el año 1972. El Centro Cultural de Peñuelas lleva su nombre. Como un homenaje a su grandeza se le ha hecho una escultura que actualmente se encuentra en la entrada del pueblo, después de pasar el puente Pedro Ruberté. El pintor Geo Velázquez también le hace una excelente pintura. Ángel Pacheco Alvarado quedará en la historia de Peñuelas como un trovador autodidacta,con una gran capacidad intuitiva para la creación poética.
Israel Rosario Borrero
para: conoceapeñuelas.com
¿Quién me cantará
un seis del dorado
de Ángel P. Alvarado,
si es que vivo está?
Ángel Pacheco Alvarado dominaba grandemente el género de la décima, con toda su métrica y sus atinadas consonantes. Le fascinaba escribir sobre temas mitológicos, históricos, religiosos e incluso filosóficos. Su capacidad para definir y estructurar un concepto era genial. La siguiente décima es una muestra de su ingenio:
Mi décima aunque no tiene
elegancia literaria
es poesía legendaria
que de siglos atrás viene.
A veces quizás no suene
como vibrante campana,
pero es de raíz hispana
y lleva en sus expresiones
culturales conexiones
con la lengua castellana.
Este trovador de la vieja guardia perteneció a lo que se conocía como Mesa Redonda. Esta era una actividad que se realizaba los fines de semana en el pueblo de Fajardo y consistía en una reunión alrededor de una mesa de maestros trovadores. Aquí se escogía un tema o "pie forzao" y todos improvisaban siguiendo la ruta del tema seleccionado. Al final de la controversia se elegía a un ganador. La última Mesa Redonda se llevó a cabo en la casa del trovador fajardeño Joaquín Mouliert en el año 1962. De Pacheco Alvarado nos quedan dos libros que son un clásico: El Aguinaldo y Al Son Del Tiple Doliente. Escribió además un sainete (pieza dramática jocosa) titulado El Negrito Celedonio. En 1963 se publica un tomo de décimas titulado El Tiple Puertorriqueño en el que agrupa lo que él mismo denomina "rústica espinela". Ángel Pacheco Alvarado muere en el año 1972. El Centro Cultural de Peñuelas lleva su nombre. Como un homenaje a su grandeza se le ha hecho una escultura que actualmente se encuentra en la entrada del pueblo, después de pasar el puente Pedro Ruberté. El pintor Geo Velázquez también le hace una excelente pintura. Ángel Pacheco Alvarado quedará en la historia de Peñuelas como un trovador autodidacta,con una gran capacidad intuitiva para la creación poética.
Israel Rosario Borrero
para: conoceapeñuelas.com